
Los dioses callan,la canalla insiste,
el ying y el yang bordan el paripe;
es tiempo es un rufian,la carne triste,
gran señor el plebeyo Mallarme.
Ronca en mi cama la mujer que amo
y que me ama,que se yo por que,
nada le debo,nada le reclamo,
¿a quien reza con tan poquita fe?
Y,sin embargo,aqui de madrugada,
con mi escoces,mi porno y mi musita,
no me amargo con tintos de verano.
La mortaja de mi ultima posada
si la encargo sera cuando Afrodita
requise la baraja de mi mano.
el ying y el yang bordan el paripe;
es tiempo es un rufian,la carne triste,
gran señor el plebeyo Mallarme.
Ronca en mi cama la mujer que amo
y que me ama,que se yo por que,
nada le debo,nada le reclamo,
¿a quien reza con tan poquita fe?
Y,sin embargo,aqui de madrugada,
con mi escoces,mi porno y mi musita,
no me amargo con tintos de verano.
La mortaja de mi ultima posada
si la encargo sera cuando Afrodita
requise la baraja de mi mano.
Es verdad que poca fe tiene el que reza roncando. Esconde la baraja a Afrodita le gusta jugar.
ResponderEliminarUn abrazo
Hasta aquí han llegado los ronquidos, Petra ha temblado
ResponderEliminarAfrodita habituada a jugar te ha quitado tu baraja, les da la vuelta y mira las cartas, un rey de copas? una reina de corazones? el as de copas? la sota de bastos? el as de picas se le ha clavado en un ojo; sabe que estás jugando con trampas; te devuelve la baraja tiene miedo que le salga el as de espadas.
ResponderEliminarjuegas con dos barajas haces bien, ella no sabe no puede llevarte.
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