Los dioses callan,la canalla insiste,
el ying y el yang bordan el paripe;
es tiempo es un rufian,la carne triste,
gran señor el plebeyo Mallarme.
Ronca en mi cama la mujer que amo
y que me ama,que se yo por que,
nada le debo,nada le reclamo,
¿a quien reza con tan poquita fe?
Y,sin embargo,aqui de madrugada,
con mi escoces,mi porno y mi musita,
no me amargo con tintos de verano.
La mortaja de mi ultima posada
si la encargo sera cuando Afrodita
requise la baraja de mi mano.
el ying y el yang bordan el paripe;
es tiempo es un rufian,la carne triste,
gran señor el plebeyo Mallarme.
Ronca en mi cama la mujer que amo
y que me ama,que se yo por que,
nada le debo,nada le reclamo,
¿a quien reza con tan poquita fe?
Y,sin embargo,aqui de madrugada,
con mi escoces,mi porno y mi musita,
no me amargo con tintos de verano.
La mortaja de mi ultima posada
si la encargo sera cuando Afrodita
requise la baraja de mi mano.